Rechazo del Tradicionalismo:
- A finales del siglo XIX se produjo un creciente rechazo de los valores, instituciones y convenciones artísticas tradicionales que se percibían como obsoletos y limitantes.
Revolución industrial y urbanización:
- La rápida transformación provocada por la Revolución Industrial, con su producción en masa, urbanización y cambios sociales, desafió las ideas convencionales y alentó nuevas formas de pensar y expresar.
Cambios sociales y políticos:
- Los grandes cambios sociales, incluidos los movimientos por el sufragio femenino, los movimientos laborales y el ascenso del socialismo, contribuyeron a un cuestionamiento de las estructuras y jerarquías sociales establecidas.
Avances científicos y tecnológicos:
- Los avances de la ciencia, como la teoría de la evolución, desafiaron las creencias religiosas tradicionales y promovieron la idea de cambio constante. Las nuevas tecnologías, como la fotografía y el fonógrafo, alteraron las prácticas artísticas.
Influencias artísticas:
- Los movimientos artísticos postimpresionistas y fauvistas, con sus alejamientos de las formas y técnicas tradicionales, abrieron posibilidades para nuevas estéticas.
Romper con el historicismo:
- Los artistas e intelectuales modernistas rechazaron el historicismo, que enfatizaba la emulación de estilos pasados. Buscaron crear nuevas formas que fueran relevantes para su experiencia contemporánea.
Influencia de la Filosofía y la Psicología:
- Las ideas de filósofos como Friedrich Nietzsche y Henri Bergson, así como las escuelas de psicología emergentes, influyeron en el pensamiento modernista sobre la subjetividad, el tiempo y la naturaleza de la realidad.
Movimientos literarios:
- Los movimientos decadentes y simbolistas en la literatura desafiaron las narrativas convencionales y alentaron la experimentación con el lenguaje y el simbolismo.
Internacionalismo e Intercambio Cultural:
- El movimiento modernista surgió en diferentes partes del mundo, con artistas e intelectuales de todos los continentes intercambiando ideas y experimentando con nuevos enfoques artísticos.
Es importante señalar que el modernismo no fue un movimiento unificado o cohesivo, sino más bien una gama diversa y compleja de desarrollos artísticos e intelectuales que abarcaron las artes visuales, la literatura, la arquitectura, la música, el teatro y más. El punto de partida específico y las influencias variaron entre diferentes disciplinas y regiones, lo que contribuyó a la naturaleza multifacética del modernismo.