Hay muchos elementos que pueden contribuir al desempeño de alguien. Algunos de los más importantes incluyen:
* Habilidad natural: Algunas personas simplemente nacen con los atributos físicos y mentales que las hacen adecuadas para una tarea particular. Por ejemplo, los atletas pueden tener una coordinación mano-ojo y una fuerza muscular excepcionales, mientras que los músicos pueden tener un agudo sentido del tono y el ritmo.
* Genética: Nuestros genes también pueden desempeñar un papel en nuestro rendimiento. Por ejemplo, algunas personas pueden tener una predisposición genética a ser muy inteligentes o atléticas, mientras que otras pueden tener más probabilidades de experimentar depresión o ansiedad.
* Medio ambiente: El entorno en el que vivimos y crecemos también puede tener un impacto significativo en nuestro desempeño. Por ejemplo, los niños que crecen en entornos enriquecedores y de apoyo tienen más probabilidades de desarrollar una autoestima positiva y tener éxito en la vida, mientras que aquellos que crecen en la pobreza o la violencia tienen más probabilidades de tener dificultades.
* Educación y formación: Nuestra educación y capacitación pueden ayudarnos a desarrollar las habilidades y conocimientos que necesitamos para tener éxito en la vida. Por ejemplo, un músico que ha estudiado durante muchos años probablemente tendrá más habilidades que alguien que sólo ha tocado música como pasatiempo.
* Motivación: Nuestra motivación también puede influir en nuestro desempeño. Cuando estamos motivados por una meta, es más probable que nos esforcemos y tengamos éxito. Por ejemplo, un atleta motivado por el sueño de ganar una medalla de oro tiene más probabilidades de entrenar duro y competir ferozmente que uno que simplemente sigue los movimientos.
* Experiencia: Cuanta más experiencia tengamos con una tarea particular, mejores seremos en ella. Por ejemplo, un vendedor que ha trabajado durante muchos años probablemente tendrá más habilidades para presentar productos que alguien que es nuevo en el trabajo.
Estos son sólo algunos de los muchos factores que pueden contribuir al desempeño de una persona. Al comprender estos factores, podemos evaluar más eficazmente nuestras propias fortalezas y debilidades y desarrollar estrategias para mejorar nuestro desempeño.