Hay dos tipos principales de creacionismo:
* Creacionismo de la Tierra Joven Sostiene que la Tierra y todo lo que hay en ella fue creado por Dios en seis días literales, hace unos 6.000 años.
* Creacionismo de la Vieja Tierra Sostiene que la Tierra fue creada por Dios, pero que el proceso de creación tuvo lugar durante un largo período de tiempo, posiblemente miles de millones de años.
El creacionismo no es una teoría científica de la misma manera que lo es la evolución. La evolución se basa en evidencia del mundo natural, como los fósiles y el ADN, mientras que el creacionismo se basa en la fe.
Hay una serie de argumentos a favor y en contra del creacionismo.
Los argumentos a favor del creacionismo incluyen:
* La complejidad de la vida: El cuerpo humano, por ejemplo, es increíblemente complejo, con billones de células y sistemas intrincados trabajando juntos. Algunas personas sostienen que es imposible que tal complejidad haya surgido únicamente mediante procesos naturales.
* El ajuste del universo: El universo también está increíblemente afinado, con las leyes de la física y la distribución de materia y energía perfectamente equilibradas para que exista vida. Algunas personas sostienen que este ajuste es evidencia de un creador divino.
* La belleza del mundo natural: Muchas personas encuentran hermoso el mundo natural y argumentan que esta belleza es evidencia de un creador divino.
Los argumentos contra el creacionismo incluyen:
* Falta de pruebas: El creacionismo no está respaldado por ninguna evidencia científica. No hay evidencia, por ejemplo, de una inundación global como se describe en la Biblia, o de una Tierra joven.
* Contradicciones con la ciencia: El creacionismo contradice muchas teorías científicas bien establecidas, como la evolución. La evolución está respaldada por una gran cantidad de evidencia y no hay forma de conciliarla con el creacionismo.
* Sesgo religioso: El creacionismo a menudo se asocia con creencias religiosas y algunas personas argumentan que, por lo tanto, está sesgado en contra de otras religiones o visiones del mundo.
En última instancia, la decisión de creer o no en el creacionismo es personal. No existe evidencia científica que apoye o rechace el creacionismo, por lo que es una cuestión de fe.