Al rey David se le atribuye tradicionalmente la escritura de muchos de los Salmos, que son una colección de canciones y oraciones religiosas que se encuentran en la Biblia. Los Salmos cubren una amplia gama de temas, que incluyen alabanza y adoración, lamento, acción de gracias y literatura sapiencial. Han tenido un profundo impacto en la espiritualidad judía y cristiana y se han utilizado en ceremonias y rituales religiosos durante siglos.
Si bien los estudios modernos sugieren que los Salmos fueron escritos por varios autores durante un largo período de tiempo, la tradición de atribuir muchos de ellos al rey David está profundamente arraigada en la tradición judía y cristiana.