El experimento implicó observar el comportamiento de los niños después de observar a un modelo adulto comportarse agresivamente con un muñeco Bobo. Bandura descubrió que los niños que observaban el comportamiento agresivo tenían más probabilidades de imitarlo, lo que ilustra el poder del aprendizaje por observación y la influencia del modelado en la configuración del comportamiento de los niños.