Las descripciones del estado físico de Víctor resaltan el profundo efecto que su obsesión tiene en él:
- Tez pálida: La tez de Frankenstein, que alguna vez estuvo saludable, se pone pálida, reflejando la falta de luz solar y aire fresco debido a su confinamiento en su laboratorio.
- Ojos hundidos: Sus ojos se vuelven hundidos y hundidos, lo que indica falta de sueño y agotamiento mental.
- Cuerpo demacrado: El cuerpo de Frankenstein se vuelve delgado y demacrado a medida que su trabajo incesante anula cualquier sentido de autocuidado o nutrición.
- Apariencia desaliñada: Su cabello se despeina y su ropa está desaliñada, lo que enfatiza aún más su descenso a un estado de abandono.
- Movimientos nerviosos: Víctor desarrolla una conducta agitada y nerviosa, caminando constantemente de un lado a otro y moviéndose inquieto mientras el peso de su creación cae sobre él.
En general, la transformación física de Frankenstein sirve como una manifestación de su angustia mental y las consecuencias de su decidida búsqueda. El contraste entre su energía inicial y entusiasmo por el proyecto y su eventual deterioro físico ilustra el impacto dañino de la obsesión y la ambición en el bienestar y la humanidad de uno.