La proyección Mercator fue diseñada originalmente para su uso en navegación, ya que permite a los navegantes trazar un rumbo recto entre dos puntos. Sin embargo, también se utiliza mucho en otras aplicaciones, como la educación y la cartografía.
Una de las características más notables de la proyección de Mercator es que hace que las masas de tierra cercanas a los polos parezcan mucho más grandes de lo que realmente son. Esto se debe a que la proyección de Mercator utiliza una superficie cilíndrica, lo que significa que las líneas de latitud se dibujan como líneas rectas paralelas al ecuador. Esto hace que las masas de tierra cercanas a los polos se estiren en dirección norte-sur.
Por ejemplo, en la proyección de Mercator, Groenlandia parece tener aproximadamente el mismo tamaño que África. En realidad, África es aproximadamente 14 veces más grande que Groenlandia. De manera similar, Alaska parece tener aproximadamente el mismo tamaño que Brasil. En realidad, Brasil es unas 7 veces más grande que Alaska.
La proyección de Mercator todavía se utiliza ampliamente hoy en día, a pesar de sus distorsiones, porque es una proyección cartográfica conforme. Esto significa que conserva las formas locales, lo que lo hace útil para la navegación y otras aplicaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta las distorsiones inherentes a la proyección de Mercator, para poder tenerlas en cuenta a la hora de utilizar el mapa.