La frase a menudo se asocia con la idea de un espacio sagrado o sagrado, como una iglesia o un templo, donde se cree que sólo pueden existir cosas buenas y positivas. También se puede utilizar de manera más amplia para referirse al santuario interior del alma o la mente de una persona, que se considera un lugar de pureza e inocencia.
Lo opuesto a esta frase es "nada bueno puede habitar en este templo", lo que significaría que sólo cosas negativas o dañinas pueden existir dentro de una determinada persona o lugar. Esto se usa a menudo de manera despectiva, para sugerir que alguien o algo es malo o corrupto.