- Cemento. El cemento puede ser tóxico para los organismos acuáticos y la lixiviación del cemento en el agua puede alterar el pH y la dureza del agua, haciéndola inadecuada para muchas especies de peces y plantas. El cemento también puede elevar el pH del agua, lo que puede ser perjudicial para los peces y las plantas.
- Bordes rugosos. Las rocas de cemento pueden tener bordes ásperos que pueden dañar las delicadas aletas y la piel de los peces.
- Lixiviación. Las rocas de cemento pueden filtrar sustancias químicas al agua, lo que puede ser perjudicial para los peces y las plantas.
Sin embargo, Si está decidido a utilizar rocas de cemento en su acuario, hay varios pasos que puede seguir para que sean más seguras:
* Prueba las rocas. Antes de agregar las rocas a su acuario, pruébelas para determinar su toxicidad colocándolas en un balde con agua durante unos días. Si el agua se vuelve turbia o decolora, las rocas no son seguras para usar.
* Sella las rocas. Una vez que hayas determinado que las rocas no son tóxicas, puedes sellarlas con un sellador no tóxico para evitar la lixiviación del cemento en el agua.
* Monitorear el agua. Vigile la calidad del agua de su acuario y pruebe el pH y la dureza con regularidad. Si el pH o la dureza del agua cambian significativamente, retire las rocas del acuario.
Si sigue estos pasos, puede reducir el riesgo de dañar a sus peces y plantas al utilizar rocas de cemento en su acuario.