1. Roca preexistente :Las rocas metamórficas se originan a partir de rocas preexistentes, que pueden ser ígneas, sedimentarias o incluso otras rocas metamórficas.
2. Transformación del Estado Sólido :Las rocas metamórficas se forman cuando las rocas preexistentes experimentan cambios sin fundirse por completo. Esta transformación ocurre en estado sólido, impulsada por calor, presión y/o reacciones químicas.
3. Calor y/o presión :Los principales procesos implicados en el metamorfismo son el calor intenso y/o la alta presión. Estos factores provocan cambios en la composición mineral, la textura y la estructura general de la roca original.
4. Recristalización :Los minerales dentro de la roca preexistente sufren recristalización durante el metamorfismo. Esto significa que se disuelven y recristalizan para formar nuevos granos minerales con diferentes texturas y estructuras.
5. Foliados o no foliados :Las rocas metamórficas pueden ser foliadas o no foliadas, según el tipo y la intensidad del metamorfismo. La foliación se refiere a la alineación de granos minerales, como la mica, en bandas paralelas, creando una apariencia de capas. Las rocas metamórficas no foliadas, por otro lado, carecen de esta alineación mineral preferida.
6. Conservación de las características originales :Mientras experimentan metamorfismo, las rocas pueden conservar ciertas características de su forma original, como fósiles u otros restos de su herencia sedimentaria o ígnea.
7. Clasificación por Composición y Textura :Las rocas metamórficas se clasifican según su composición mineral, textura y foliación. Algunos tipos comunes incluyen pizarra, esquisto, gneis, mármol, cuarcita y anfibolita.
En resumen, una roca se considera metamórfica cuando ha experimentado transformaciones de estado sólido debido a calor y/o presión intensos, lo que resulta en cambios en su composición mineral, textura y estructura general.