1. Creación y administración de Dios:
* Génesis 1-2: La cuenta de la creación retrata a Dios como el creador final que confía a la humanidad la responsabilidad de cuidar la tierra. Dios dio a los humanos dominio sobre la tierra, no la propiedad, y les ordenó "hasta que él y lo mantuviera" (Génesis 2:15). Esto sugiere la responsabilidad de cultivar y preservar la creación de Dios.
* Salmo 8:6: "Les ha convertido a los gobernantes sobre las obras de sus manos; ha puesto todo a sus pies ..." Este versículo refuerza el concepto de dominio humano, pero implica un deber de cuidar y manejar la creación de Dios de manera responsable.
2. Importancia del descanso y el sábado:
* Éxodo 20:8-11: El mandamiento del sábado enfatiza un momento de descanso y rejuvenecimiento, no solo para los humanos sino también para la tierra. Este concepto sugiere que deberíamos permitir que la Tierra recupere y reponga sus recursos.
* Levítico 25:2-7: El año del Jubileo, un momento en que la tierra debía descansar, refleja la importancia de la sostenibilidad y el equilibrio ambiental.
3. Consecuencias de la negligencia:
* Deuteronomio 28:15-45: Este capítulo describe las maldiciones que surgirían a Israel por desobediencia, incluidas las consecuencias ambientales como la sequía, el fracaso de los cultivos y la pestilencia. Esto sugiere un vínculo entre las acciones humanas y la salud de la tierra.
* Jueces 2:19: "Cada vez que el Señor levantaba un juez para ellos, el Señor estaba con el juez, y los salvaba de la mano de sus enemigos todos los días del juez; porque el Señor tenía compasión por ellos mientras gruñían bajo los que los oprimieron y los afligieron". Esto resalta el ciclo del pecado y el arrepentimiento, lo que demuestra que la negligencia de la creación de Dios a menudo resulta en el sufrimiento.
4. Amor por Dios y el prójimo:
* Mateo 22:37-39: Jesús nos ordena amar a Dios y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Este principio se extiende a toda la creación como nuestro vecino, ya que estamos interconectados con todos los seres vivos.
* Luke 14:34-35: La parábola de Jesús de que la sal pierda su sabor sugiere el peligro de volverse espiritualmente "soso" y separarse de las necesidades del mundo que nos rodea.
5. La parábola del sembrador:
* Marca 4:1-20: Esta parábola enseña sobre la importancia de nutrir y cultivar terreno fértil para producir una buena cosecha. Puede interpretarse como una metáfora de nuestra responsabilidad de nutrir y cuidar la tierra, asegurando su productividad y sostenibilidad.
Es importante tener en cuenta que la Biblia no aboga explícitamente por el ambientalismo moderno o las prácticas de conservación específicas. Sin embargo, los textos bíblicos proporcionan una base para comprender nuestra relación con la creación y nuestra obligación de cuidarla de manera responsable.
En última instancia, los escritores bíblicos fomentan una cosmovisión en la que no somos solo consumidores de la creación de Dios, sino de mayordomos, llamados a proteger, preservar y cultivar el mundo para las generaciones futuras. Esta responsabilidad surge de nuestro reconocimiento de Dios como el creador final y nuestro deber de amar y cuidar toda su creación.