Características de un narrador objetivo:
1. Imparcialidad: El narrador evita tomar partido o revelar sus sentimientos personales sobre los personajes o eventos de la historia. Presentan información de manera imparcial, sin juzgar ni expresar preferencias.
2. Perspectiva limitada: Los narradores objetivos suelen tener una perspectiva limitada y comparten solo lo que se puede observar y escuchar, sin profundizar en los pensamientos o emociones de los personajes (a menos que sea explícitamente necesario para la trama).
3. Enfoque externo: La narrativa se centra principalmente en acciones y eventos externos más que en pensamientos o emociones internas. El narrador actúa como un observador externo, describiendo lo que sucede en lugar de analizar por qué sucede.
4. Configuración de la escena: Los narradores objetivos priorizan la ambientación de la escena y brindan información objetiva sobre el entorno, brindando a los lectores una descripción vívida del entorno en el que se desarrolla la historia.
5. Uso de tercera persona: Las narrativas objetivas suelen contarse desde la perspectiva de la tercera persona (él/ella/ello). Esto permite una sensación de distancia entre el narrador y los personajes, contribuyendo a la imparcialidad de la narración.
6. Información precisa: Las narrativas objetivas tienen como objetivo presentar información precisa y confiable. El narrador no distorsiona ni exagera deliberadamente los acontecimientos para promover un punto de vista particular.
7. Tono sin prejuicios: El tono de la narrativa suele ser sencillo, descriptivo y práctico, evitando un lenguaje emocional que pueda influir en las percepciones de los lectores.
Al adoptar una postura narrativa objetiva, el autor permite a los lectores formar sus propias conclusiones e interpretaciones de la historia, sin dejarse influenciar por los prejuicios personales del narrador. Este enfoque puede dar una sensación de autenticidad a la narrativa y fomentar el pensamiento crítico entre los lectores.