Las almohadillas de las flautas suelen estar hechas de cuero, que puede dañarse si se expone al alcohol. El alcohol puede hacer que el cuero se seque, se vuelva quebradizo y se agriete. También puede hacer que el cuero pierda su color y brillo.
Además, la composición química de las toallitas desinfectantes Clorox puede ser perjudicial para el cuerpo metálico de la flauta.
Para limpiar una flauta, lo mejor es utilizar un paño suave y sin pelusa humedecido con agua destilada. Alternativamente, puedes utilizar un kit de limpieza de flautas diseñado específicamente para flautas.
Estos son los pasos sobre cómo limpiar una flauta:
1. Desmontar la flauta. Esto facilitará la limpieza de todas las partes de la flauta.
2. Limpiar el cuerpo de la flauta. Utilice un paño suave y sin pelusa humedecido con agua destilada. Limpia el cuerpo de la flauta con un movimiento circular. Asegúrate de entrar en todos los rincones.
3. Limpia las teclas de la flauta. Utilice un paño suave y sin pelusa humedecido con agua destilada. Limpia suavemente las teclas de la flauta. Tenga cuidado de no presionar demasiado las teclas.
4. Limpia las almohadillas de la flauta. Utilice un protector de almohadillas para limpiar las almohadillas de la flauta. Un protector de almohadillas es una herramienta pequeña y suave diseñada específicamente para limpiar almohadillas de flauta. Frote suavemente el protector de almohadillas sobre las almohadillas de la flauta. Tenga cuidado de no presionar demasiado las almohadillas.
5. Vuelva a montar la flauta. Una vez que hayas limpiado todas las piezas de la flauta, podrás volver a montarla.
Después de limpiar la flauta, es importante guardarla en un lugar seguro. La flauta debe guardarse en un estuche o bolsa diseñada específicamente para flautas. El estuche o funda debe guardarse en un lugar fresco y seco.