1. Encuentre un trozo de ámbar adecuado: Busque ámbar que sea claro y libre de grietas o burbujas. El tamaño del ámbar debe ser apropiado para el objeto que deseas preservar.
2. Prepara el objeto: El objeto que quieras conservar debe estar limpio y seco. Si el objeto es demasiado grande, es posible que tengas que cortarlo a un tamaño más pequeño.
3. Calentar el ámbar: Coloca el ámbar en un recipiente resistente al calor y caliéntalo hasta que se vuelva suave y flexible. Esto se puede hacer usando una pistola de calor, un horno o una estufa.
4. Coloca el objeto en el ámbar: Una vez que el ámbar se haya calentado, coloca con cuidado el objeto en su interior. Coloque el objeto en el lugar deseado y asegúrese de que esté completamente rodeado de ámbar.
5. Enfriar el ámbar: Deje que el ámbar se enfríe lentamente a temperatura ambiente. Esto puede tardar varias horas o incluso días.
6. Pulir el ámbar: Una vez que el ámbar se haya enfriado, puedes pulirlo para mejorar su apariencia. Esto se puede hacer usando un paño suave o un compuesto para pulir.
Preservar objetos en ámbar requiere mucha atención al detalle y un poco de paciencia. Con las técnicas adecuadas, puedes crear piezas de joyería o arte hermosas y únicas que durarán siglos.