1. Durabilidad: Por lo general, el papel no es lo suficientemente duradero como para soportar el desgaste normal. Puede rasgarse o rasgarse fácilmente, lo que lo hace inadecuado para el uso diario.
2. Comodidad: La ropa de papel no es tan cómoda como la de telas tradicionales. Pueden ser rígidos, ásperos y menos transpirables, lo que puede provocar molestias durante su uso.
3. Resistencia a la humedad: El papel no es resistente al agua ni impermeable, lo que lo hace poco práctico para su uso en condiciones húmedas o climas con alta humedad.
4. Preocupaciones ambientales: Si bien algunas opciones de ropa de papel pueden ser biodegradables o reciclables, producir grandes cantidades de papel para ropa podría contribuir a la deforestación y al agotamiento de los recursos si no se gestiona de manera sostenible.
5. Estilo y Moda: La ropa de papel a menudo carece del atractivo estético y la versatilidad de los tejidos tradicionales. Pueden percibirse como poco convencionales y menos elegantes en comparación con otros materiales de prendas.
6. Limitaciones funcionales: La ropa de papel carece de la versatilidad y funcionalidad de la ropa normal. No son aptos para todo tipo de actividades, especialmente aquellas que requieren flexibilidad, movimiento o protección de los elementos.
En general, si bien la ropa de papel puede tener aplicaciones específicas, no ofrece la practicidad, la comodidad y el estilo de las telas tradicionales y no se usa comúnmente como prendas de todos los días.