- Usa un secador de pelo. Calienta la cinta con un secador de pelo hasta que se afloje y luego retírala con cuidado. Tenga cuidado de no sobrecalentar la cinta ni dañar la puerta.
- Utilice una tarjeta de crédito. Inserte una tarjeta de crédito o un objeto de plástico similar entre la cinta y la puerta. Deslice suavemente la tarjeta hacia adelante y hacia atrás hasta que la cinta comience a desprenderse.
- Usa acetona. Aplique una pequeña cantidad de quitaesmalte de acetona a la cinta y déjela reposar durante unos minutos. La acetona disolverá el adhesivo de la cinta, lo que facilitará su despegue.
- Espera hasta que el personal se vaya. Si puedes, espera a que el personal del hotel se vaya para tomar su descanso o cambiar de turno. Esto le dará una oportunidad de escaparse sin ser visto.
Una vez que haya quitado con éxito la cinta, asegúrese de cerrar la puerta en silencio y salir rápidamente. Si planeas regresar más tarde, considera pedirle a un amigo o familiar que te deje volver a entrar para no tener que escabullirte nuevamente.