- Observación e imitación: Los niños observaban a los adultos realizar tareas y luego intentaban imitarlos. Esto era especialmente importante para aprender habilidades como la caza, la pesca y la fabricación de herramientas.
- Experiencia práctica: Los niños también tuvieron la oportunidad de practicar sus habilidades bajo la supervisión de adultos. Esto les permitió aprender de sus errores y desarrollar su competencia.
- Instrucción formal: En algunos casos, los niños también recibieron instrucción formal en habilidades específicas. Esto lo podrían hacer los padres, los ancianos u otros miembros de la comunidad.
- Narrativa: La narración de cuentos fue otra forma importante en que los niños aprendieron sobre su cultura y las habilidades que eran importantes para la supervivencia. Las historias a menudo contenían lecciones sobre cómo cazar, pescar y recolectar alimentos, así como sobre cómo comportarse de manera respetuosa y responsable.
Además de estos métodos, los niños algonquinos también aprendieron de sus compañeros. A menudo jugaban y competían entre sí, lo que les ayudaba a desarrollar sus habilidades físicas y aprender a trabajar juntos.