- Se cree que la danza se originó en tiempos prehistóricos como forma de expresión, ritual y comunicación.
- Las pinturas y artefactos rupestres sugieren que los primeros humanos realizaban movimientos y gestos rítmicos.
Civilizaciones antiguas:
- En el antiguo Egipto, Grecia y Roma, la danza era una parte importante de las ceremonias religiosas, celebraciones y representaciones teatrales.
- En esta época predominaba la danza no instruida o natural, con movimientos espontáneos e improvisados.
Edad Media:
- La danza continuó practicándose en Europa durante la Edad Media, principalmente en tradiciones populares y rituales religiosos.
- La danza no instruida era común entre el campesinado y las clases bajas, mientras que en ambientes cortesanos se realizaban danzas formales y elaboradas.
Períodos Renacentista y Barroco:
- Los períodos del Renacimiento y el Barroco vieron un renovado interés por las formas clásicas de danza, como el ballet y los bailes de salón.
- La danza natural siguió siendo parte de las tradiciones folclóricas y las reuniones sociales, pero a menudo se la consideraba menos refinada en comparación con los estilos de danza formal.
Siglo XIX:
- El siglo XIX marcó un cambio hacia formas de danza más expresivas y emocionales.
- Isadora Duncan surgió como pionera de la danza natural, enfatizando el libre movimiento y la improvisación.
Siglo XX:
- El siglo XX fue testigo de un florecimiento de formas de danza naturales o no instruidas, influenciadas por diversos movimientos culturales, artísticos y sociales.
- La danza moderna, la danza contemporánea y la improvisación de contacto son ejemplos de estilos de danza naturales que surgieron durante este período.
A lo largo de la historia, la danza natural o no instruida ha existido junto con formas de danza más formales y estructuradas. Sigue siendo un aspecto vibrante y en evolución de la expresión humana, que permite a las personas conectarse con sus cuerpos, emociones y el mundo que los rodea.