En última instancia, el nivel de flexibilidad requerido para un estilo de baile en particular depende de los movimientos y técnicas específicos involucrados en esa forma. Algunos estilos, como la gimnasia rítmica y la acrobacia, requieren niveles extremos de flexibilidad, mientras que otros pueden requerir solo niveles moderados o básicos.
En general, si bien la flexibilidad puede ser una ventaja para muchos tipos de baile, no es necesariamente un requisito previo para todos los estilos de baile. Los bailarines deben centrarse en desarrollar las habilidades y técnicas específicas de las formas de danza elegidas y trabajar en su flexibilidad en la medida que sea necesaria para esos estilos.