La escena disco se asoció con una moda y un estilo de vida únicos que incluían zapatos de plataforma, pantalones acampanados, purpurina y movimientos de baile extravagantes. Las discotecas, como Studio 54 en la ciudad de Nueva York, se convirtieron en lugares de encuentro populares para la alta sociedad, las celebridades y el público en general.
La música disco ganó una inmensa popularidad entre mediados y finales de la década de 1970, con canciones icónicas como "Stayin' Alive" de los Bee Gees, "I Will Survive" de Gloria Gaynor y "Le Freak" de Chic que se convirtieron en éxitos instantáneos. La influencia del género se extendió por todo el mundo y la música disco se convirtió en sinónimo de fiestas, discotecas y actitud despreocupada.
Sin embargo, a finales de la década de 1970, comenzó una reacción contra la música disco, que los críticos calificaron de repetitiva, superficial y carente de mérito artístico. Este sentimiento culminó en la infame "Disco Demolition Night" en Comiskey Park en Chicago, donde miles de discos disco fueron destruidos.
A pesar de la reacción, la música disco dejó un impacto duradero en la música y la cultura. Su influencia se puede escuchar en muchos géneros pop y de danza moderna, y la era disco a menudo se recuerda como una época de disfrute sin preocupaciones, moda vibrante y una celebración general de la vida.