Se cree que la danza Ohong-ohong se originó a partir de una leyenda sobre una bella princesa llamada Ohong-Ohong. Se decía que la princesa era tan hermosa que todos los hombres del reino la admiraban. Sin embargo, ella también era muy orgullosa y arrogante, y se negó a casarse con ninguno de ellos. Un día, un apuesto príncipe llegó al reino y se enamoró de Ohong-Ohong. El príncipe intentó conquistar su corazón, pero ella lo rechazó. El príncipe estaba tan enojado que decidió abandonar el reino.
Cuando el príncipe se marchaba, maldijo a Ohong-Ohong y la convirtió en una estatua de piedra. La estatua de Ohong-Ohong fue colocada en el centro de la aldea como un recordatorio a la gente de los peligros del orgullo y la arrogancia.
La danza Ohong-ohong es una representación simbólica de la leyenda de Ohong-Ohong. Los bailarines representan a la princesa y sus pretendientes, y los movimientos del baile representan el orgullo y la arrogancia de la princesa. El baile es un recordatorio para la gente de la importancia de la humildad y la bondad.