Además, la saturación comercial de la música disco y su asociación con la comunidad gay provocó una reacción violenta contra el género.
La desaparición del género se describió de manera famosa en la película de 1977 "Saturday Night Fever", que incluía la exitosa canción de los Bee Gees "Stayin' Alive". El clímax de la película, que muestra una discoteca en llamas, a menudo se considera una representación simbólica del fin de la era disco.
Sin embargo, la música disco no desapareció por completo después de finales de los años 1970. Muchos artistas disco continuaron grabando y actuando, y el género continúa influyendo en la música pop moderna.