No es raro que los cantantes de jazz incluyan interpretaciones de pop clásico, folk, blues e incluso música clásica en sus actuaciones. Por ejemplo, Ella Fitzgerald, considerada una de las mejores cantantes de jazz de todos los tiempos, tenía un repertorio diverso que abarcaba estándares de jazz, melodías de espectáculos y canciones pop de la era del Great American Songbook.
Los cantantes de jazz a menudo reinterpretan estas viejas melodías infundiéndoles elementos de jazz como la improvisación, la síncopa y el canto scat. Sus técnicas vocales únicas y sus habilidades de improvisación les permiten aportar una perspectiva fresca y una sensibilidad jazzística a canciones que no son de jazz, creando interpretaciones nuevas y cautivadoras que aún conservan la esencia del original.
Al interpretar viejas melodías de diversos géneros, los cantantes de jazz demuestran su versatilidad y capacidad para conectarse con un público más amplio. Estas interpretaciones también sirven como puente entre diferentes estilos musicales, presentando el jazz a un espectro más amplio de oyentes y promoviendo la comprensión intercultural y la apreciación de diversas tradiciones musicales.
Entonces, sí, los cantantes de jazz cantan con frecuencia melodías antiguas que no son originalmente jazz, mostrando su destreza vocal y agregando un toque de jazz único a canciones de diversas épocas y géneros.