¿De dónde vino el latín?
Las lenguas cursivas incluyen el latín, el falisco, el umbrío, el piceno del sur y el osco-umbro, que a su vez se ramificó en las lenguas marsia y sabina. Parecen haberse separado del protoindoeuropeo común a finales del Neolítico. De estos, el latín se volvió dominante en la península italiana y pasó a ser el idioma cursivo más hablado.