La esposa y las hijas de Shakespeare eran todas alfabetizadas y educadas. Anne Hathaway pudo firmar con su nombre, lo cual era inusual para las mujeres de su época. Susanna Hall estaba casada con un médico llamado John Hall y se cree que participó en la edición y publicación de las obras de Shakespeare después de su muerte. Judith Quiney estaba casada con un viticultor llamado Thomas Quiney.
Las relaciones de Shakespeare con su esposa e hijas fueron complejas y cambiantes. En cierto modo, era un marido y padre tradicional. Él mantuvo a su familia y los cuidó en momentos de necesidad. Sin embargo, también estuvo ausente durante largos períodos de tiempo y no se sabe que haya sido un padre particularmente afectuoso o involucrado.
A pesar de los desafíos, las relaciones de Shakespeare con su esposa e hijas fueron estrechas e importantes. Eran las personas que mejor lo conocían y a quienes él más amaba y cuidaba.