He aquí un vistazo más de cerca a lo que hacen los autores cuando se involucran en la adaptación cultural:
1. Preservar el tema general:
Los autores se aseguran de que el tema central, la trama y los arcos de personajes de la historia original permanezcan intactos. Los mensajes subyacentes, las lecciones morales o los viajes emocionales de los personajes deben preservarse, incluso si el escenario y los detalles cambian.
2. Contextualización cultural:
Modifican el escenario, los personajes y los eventos específicos para que coincidan con su propio contexto cultural. Esto significa cambiar las ubicaciones geográficas, los nombres, las costumbres y el idioma para que la historia sea más identificable para su audiencia.
3. Mantener el desarrollo del carácter:
A pesar de los cambios culturales, el desarrollo y las motivaciones de los personajes deben mantenerse fieles a la historia original. Las personalidades, relaciones y conflictos de los personajes deben ser consistentes con el original, aunque reinventados en un panorama cultural diferente.
4. Integración de elementos culturales:
Los autores incorporan detalles que reflejan su propia cultura, como:
- Vestimenta, comida, arquitectura y costumbres tradicionales.
- Folclore, mitología y leyendas locales.
- Matices y modismos del lenguaje.
- Normas sociales y dinámica social.
5. Equilibrio entre autenticidad y creatividad:
Es importante lograr un equilibrio entre mantenerse fiel a la historia original y agregar elementos únicos que enriquezcan la narrativa. Los autores deben respetar el material original y al mismo tiempo inyectar su propia creatividad para atraer a su audiencia de una manera nueva.
6. Fomento del intercambio cultural:
La adaptación cultural permite el intercambio de ideas, perspectivas y valores entre culturas. Introduce a los lectores a nuevos contextos culturales, promoviendo la comprensión y la apreciación intercultural.
7. Llegar a un público más amplio:
Al adaptar una historia a su propia cultura, los autores pueden hacerla más accesible y atractiva para un público más amplio. Esto permite que la historia resuene en personas que tal vez no estén familiarizadas con el contexto cultural original.
En resumen, los autores que adaptan historias para reflejar su propia cultura participan en un proceso creativo de traducción cultural. Preservan los temas centrales y la esencia de la historia original al tiempo que le infunden elementos que resuenan con sus propias perspectivas y experiencias culturales. Esta práctica permite que las historias trasciendan las barreras culturales y se conecten con audiencias diversas, enriqueciendo el panorama literario y fomentando el entendimiento cultural.