Argumentos a favor de la colaboración:
- Similitudes estilísticas: Algunos estudiosos han analizado los estilos literarios de Shakespeare y Bacon y han encontrado ciertas similitudes en el vocabulario, la fraseología y los recursos retóricos. Estas similitudes se han interpretado como evidencia de que los dos escritores podrían haber compartido ideas o colaborado en determinadas obras.
- Conocimiento compartido: Las obras de Shakespeare y los escritos de Bacon muestran un profundo conocimiento de diversos temas como la filosofía, el derecho, la ciencia y la vida cortesana. Algunos han argumentado que sería poco probable que una sola persona poseyera una gama tan amplia de conocimientos, lo que sugiere la posibilidad de una colaboración entre Shakespeare y Bacon, conocido por sus actividades intelectuales.
- Conexiones biográficas: Shakespeare y Bacon estuvieron activos durante las épocas isabelina y jacobea y se movían dentro de círculos sociales similares. Se conocían en común y estaban familiarizados con los mismos acontecimientos históricos. Esta evidencia circunstancial se ha utilizado para respaldar la noción de una posible colaboración entre los dos.
Argumentos en contra de la colaboración:
- Falta de evidencia directa: A pesar de una extensa investigación y examen de documentos históricos, no hay pruebas definitivas de que Shakespeare y Bacon alguna vez trabajaran juntos o intercambiaran ideas. No se han encontrado manuscritos colaborativos ni correspondencia entre los dos.
- Diferencia en estilos de escritura: Si bien se han observado algunas similitudes en el estilo, también existen diferencias significativas en los estilos de escritura de Shakespeare y Bacon. El lenguaje de Shakespeare es a menudo metafórico, poético y muy imaginativo, mientras que el estilo de Bacon es más filosófico, lógico y ensayístico.
- La reputación de Shakespeare: Shakespeare fue un dramaturgo exitoso y reconocido durante su vida, y no hay indicios de que necesitara o buscara la ayuda de otro escritor. Sus contemporáneos reconocieron y celebraron su genio, y no hubo rumores de colaboración durante su época.
- Secreto y Riesgo: Si Shakespeare y Bacon realmente hubieran colaborado, habría sido una empresa arriesgada, especialmente considerando la estricta jerarquía social y las posibles implicaciones para sus carreras. Mantener en secreto tal colaboración habría sido un desafío y podría haber tenido graves consecuencias si se hubiera descubierto.
En última instancia, la cuestión de la colaboración de Shakespeare y Bacon sigue siendo una cuestión de conjetura. Si bien la evidencia presentada por ambas partes es convincente, no hay pruebas concluyentes que apoyen o refuten definitivamente la teoría. Es un tema que sigue fascinando a los entusiastas y académicos de la literatura, y es probable que el debate perdure durante muchos años.