1. Venganza :Abigail le guarda rencor a John Proctor, quien rechazó sus insinuaciones. Al acusarlo a él y a sus asociados de brujería, ella puede castigarlo y arruinar su reputación en la comunidad.
2. Poder y Autoridad :Abigail reconoce el poder que conlleva ser una figura central en los juicios de brujas. Al hacer acusaciones, puede manipular a los demás y obtener control sobre sus vidas, convirtiéndose en una figura poderosa e influyente en Salem.
3. Presión social :El ambiente en Salem durante los juicios por brujería es muy cargado y muchas personas rápidamente creen y apoyan las acusaciones. Abigail puede sentirse presionada a conformarse y participar en la caza de brujas para evitar ser etiquetada como bruja.
4. Miedo e histeria :Los juicios por brujería crean un ambiente de miedo y paranoia en el que la gente está dispuesta a acusar a otros sin pruebas sólidas. Abigail puede verse influenciada por esta histeria y creer verdaderamente que aquellos a quienes acusa son culpables de brujería.
5. Sentido de Justicia :Abigail puede creer genuinamente que está actuando en el mejor interés de la comunidad al identificar a aquellos que percibe como amenazas al orden social. Puede ver sus acciones como una forma de justicia y protección para los inocentes.
6. Autoconservación :Al acusar a otros, Abigail desvía la atención de su propio comportamiento cuestionable y de la aventura que tuvo con John Proctor. Esta estrategia le permite protegerse y mantener su posición social.
7. Rencores personales :Abigail puede tener resentimientos personales contra ciertos individuos de la comunidad y utiliza los juicios de brujas como una oportunidad para ajustar viejas cuentas y exigir venganza.
Es importante señalar que las motivaciones de Abigail son complejas y multifacéticas, y sus acciones están influenciadas por una combinación de deseos personales, presiones sociales y la atmósfera intensificada de los juicios de brujas.