* Para evitar prejuicios de género. En el siglo XIX, era común que las escritoras publicaran sus obras con seudónimos masculinos para ser tomadas más en serio por lectores y críticos. Al utilizar el nombre de George Eliot, Evans pudo escapar de los prejuicios que a menudo enfrentaban las escritoras y competir en pie de igualdad con los autores masculinos.
* Crear una personalidad literaria distinta. El nombre George Eliot le permitió a Evans crear una identidad separada para sus escritos, una que no estuviera ligada a su vida personal. Esto le permitió experimentar con diferentes estilos y géneros de escritura y explorar temas sobre los que quizás no se hubiera sentido cómoda escribiendo bajo su propio nombre.
* Para proteger su privacidad. Al utilizar un seudónimo, Evans pudo proteger su privacidad y mantener su vida personal separada de su carrera literaria. Esto era importante para ella porque era una persona privada que no quería que su vida personal fuera objeto de escrutinio público.
El seudónimo de George Eliot fue una elección estratégica que permitió a Mary Anne Evans superar los desafíos de ser una escritora en el siglo XIX y establecerse como una de las escritoras más respetadas y exitosas de su tiempo.