Ruth es un personaje complejo que refleja el miedo, la superstición y la histeria moral que prevalecían en la comunidad de Salem durante esa época. Ella cree genuinamente en la brujería y rápidamente sospecha que otros la practican. Su propio pasado turbulento, incluida la pérdida de varios hijos, contribuye a sus creencias irracionales y a su necesidad de chivos expiatorios.
Impulsada por su deseo de proteger a su familia y a su comunidad del mal, Ruth se convierte en una acusadora implacable. Afirma haber visto a Abigail Williams, la principal antagonista de la obra, y a otras chicas bailando en el bosque con el Diablo. El testimonio de Ruth ayuda a alimentar la histeria y conduce a juicios y eventuales ahorcamientos de varias personas, incluidas personas inocentes como John Proctor y Rebecca Nurse.
A Rut no la mueve enteramente la malicia o la crueldad. Ella cree que está haciendo lo correcto y considera que sus acciones son necesarias para proteger a su comunidad de cualquier daño. Sin embargo, sus acciones tienen consecuencias devastadoras, dividen a la ciudad y provocan miedo y paranoia generalizados.
A través del personaje de Ruth Putnam, Arthur Miller explora temas de poder, clase social y los peligros de las acusaciones sin control. Rut representa los extremos a los que las personas pueden ser llevadas por sus creencias y la facilidad con la que el miedo y los prejuicios pueden corromper las buenas intenciones.