Repetición espaciada:la práctica distribuida implica espaciar las sesiones de aprendizaje a lo largo del tiempo, en lugar de acumular toda la información en una sola sesión. Al revisar el material varias veces con descansos entre ellas, el alumno tiene la oportunidad de revisar y fortalecer la memoria.
Recuerdo y recuperación:la práctica distribuida fomenta el recuerdo y la recuperación activos de información, ya que el alumno tiene que acceder al material de memoria durante cada sesión espaciada. Este proceso fortalece las vías de la memoria y profundiza la comprensión.
Reducción de interferencias:al estudiar, el cerebro puede experimentar interferencias al intentar recordar demasiada información a la vez. La práctica distribuida ayuda a reducir las interferencias al permitir que el cerebro se concentre en fragmentos más pequeños de información durante cada sesión.
Gestión de la carga cognitiva:extender el aprendizaje a lo largo del tiempo reduce la carga cognitiva en el cerebro, lo que facilita a los principiantes procesar y retener nueva información. Esto puede ayudar a prevenir la sobrecarga de información y mantener la motivación.
Memoria a largo plazo mejorada:la práctica distribuida facilita la transferencia de información de la memoria a corto plazo a la de largo plazo, lo que resulta en una mejor retención con el tiempo. Esto la convierte en una estrategia eficaz para el aprendizaje y la adquisición de habilidades a largo plazo.
Sin embargo, es importante que los principiantes también equilibren la práctica distribuida con suficiente sueño y descanso, ya que estos factores también contribuyen a un aprendizaje eficaz y a la consolidación de la memoria.