A lo largo del libro, Dally es retratado como un personaje problemático e imprudente que a menudo adopta comportamientos riesgosos. Su tendencia a la violencia y su disposición a correr riesgos sugieren que pudo haber tomado un curso de acción peligroso sin considerar plenamente las consecuencias.
Cuando Johnny y Dally huyen después de los eventos en la iglesia, se describe a Dally en un estado de shock y dolor por la condición de Johnny. Su estado mental desesperado y caótico podría haber contribuido a su precipitada decisión de enfrentarse a la policía. La lealtad de Dally hacia Johnny y la pandilla también puede haber influido en sus acciones.
Sin embargo, el libro no confirma explícitamente que Dally tuviera la intención de quitarse la vida. También es posible interpretar sus acciones como un acto imprudente o impulsivo, impulsado por una combinación de dolor, ira y sensación de desesperanza ante la situación.
En última instancia, si Dally tenía o no intención de suicidarse sigue siendo una cuestión de interpretación y análisis personal del texto. S.E. Hinton deja que el lector reflexione sobre las complejidades de los personajes y los acontecimientos de la historia.