El patrimonio neto de Leigh en el momento de su muerte se estimaba en 1 millón de dólares. Esto equivale aproximadamente a 8 millones de dólares en dólares de hoy. La mayor parte de su riqueza provino de su carrera como actriz. También tuvo una exitosa carrera como actriz de teatro. Apareció en varias obras populares, entre ellas La fierecilla domada (1934), Antonio y Cleopatra (1951) y El tercer hombre (1952).
La vida personal de Leigh fue a menudo turbulenta. Tuvo dos matrimonios fallidos y luchó con problemas de salud mental. Le diagnosticaron trastorno bipolar en 1945. También recibió tratamiento por tuberculosis a principios de la década de 1940. Leigh murió de tuberculosis a la edad de 53 años. Fue enterrada en el cementerio East Finchley de Londres.