En 1989, Christian Brando ingresó a un tribunal de Los Ángeles para enfrentar un cargo de asesinato. Fue juzgado y declarado culpable de matar a golpes a Dag Drollet en 1990 y condenado a 10 años de prisión. Drollet era el novio de Cheyenne, la media hermana de Brando.
Después de la condena por asesinato, la vida de Brando siguió cayendo en una espiral descendente hacia el abuso de drogas y la autodestrucción. Permaneció encarcelado hasta 1996, cuando fue liberado anticipadamente después de cumplir menos de la mitad de una sentencia de 10 años.
En enero de 2005, Brando fue arrestado nuevamente, esta vez por supuestamente robarle joyas a su propia madre por valor de 2 millones de dólares. Posteriormente los cargos en su contra fueron desestimados.
A finales de 2006, Christian Brando fue hospitalizado tras sufrir una infección pulmonar. Posteriormente le diagnosticaron neumonía y lo trasladaron al Centro Médico de UCLA en Los Ángeles, California.
Christian Brando murió el 26 de enero de 2008 en el Centro Médico de UCLA a los 49 años. La causa de la muerte fue neumonía y complicaciones por insuficiencia hepática.
La muerte de Brando a la edad de 49 años marcó un final triste y trágico para una vida que podría haber estado llena de tantas promesas y potencial. Más bien, fue una vida trágicamente truncada por la adicción y la violencia.