En segundo lugar, el escenario enfatiza el contraste entre las acciones destructivas de los niños y el contexto más amplio de destrucción en tiempos de guerra. Mientras los chicos se involucran en actos estúpidos de vandalismo y destrucción, la ciudad de Londres ya está en ruinas debido a la guerra. Este contraste sirve para subrayar la insensatez y la inutilidad de sus acciones, ya que contribuyen a la destrucción que ya ha sido provocada por la guerra.
En tercer lugar, el escenario plantea interrogantes sobre las consecuencias de la guerra y el impacto que tiene en la psique de los individuos, especialmente los jóvenes. La historia sugiere que el comportamiento destructivo de los niños puede ser una manifestación del trauma psicológico y la dislocación social causada por la guerra. Al situar la historia en un Londres devastado por la guerra, Greene llama la atención sobre las complejidades psicológicas y las ambigüedades morales que surgen después de la guerra.
En este sentido, el escenario de "Los Destructores" no es simplemente un telón de fondo, sino una parte integral de los temas y comentarios de la historia sobre los efectos de la guerra y las tendencias destructivas de la naturaleza humana.