A lo largo de la obra, Mary lucha por encontrar su voz y defender lo que sabe que es correcto, dividida entre su miedo a ser acusada y su deseo de justicia. Le preocupan las consecuencias de sus acciones y el impacto potencial que podrían tener en su reputación, su familia y su comunidad.
El miedo de Mary tiene sus raíces en la atmósfera opresiva de Salem, donde las acusaciones de brujería se difundieron rápidamente y provocaron el encarcelamiento y la muerte de personas inocentes. La obra explora el impacto psicológico del miedo en las acciones y elecciones de las personas, destacando el poder destructivo de las acusaciones falsas y los peligros de la histeria colectiva.