Antígona era hija de Edipo y Yocasta, y hermana de Ismene, Polinices y Eteocles. Tras la muerte de sus hermanos, Antígona fue la única persona que se atrevió a enterrar a Polinices, que había sido declarado traidor por el rey de Tebas. Creonte, el rey de Tebas, la encarceló en una tumba, pero ella se negó a renunciar a su deber para con su hermano y murió en la tumba.
Dánae era hija del rey Acrisio de Argos. Encarceló a Dánae en una torre de bronce porque le habían dicho que daría a luz a un hijo que lo mataría. A pesar de las precauciones, Zeus la visitó en forma de lluvia de oro y dio a luz a un hijo llamado Perseo. Acrisio dejó a Dánae y Perseo a la deriva en un cofre de madera, pero fueron rescatados y Perseo finalmente cumplió la profecía al matar a su abuelo.