Similitudes:
* Objetivo: Tanto Salk como Sabin tenían como objetivo crear una vacuna que protegiera a las personas de la poliomielitis, una enfermedad debilitante y, a veces, fatal.
* Enfoque en la prevención: Ambos reconocieron la importancia de prevenir la polio en lugar de tratarla.
* Impacto: Ambas vacunas tuvieron un profundo impacto en la salud pública, lo que condujo a una disminución dramática en los casos de poliomielitis en todo el mundo.
Diferencias:
1. Tipo de vacuna:
* Salk: Desarrolló una vacuna contra la poliomielitis inactivada (IPV) . Esta vacuna utiliza poliovirus que ha sido asesinado, lo que hace que no pueda causar enfermedades pero aún estimulando una respuesta inmune.
* Sabin: Desarrolló una vacuna contra la poliomielitis (OPV) . Esta vacuna contiene un poliovirus debilitado y vivo que, cuando se ingiere, se replica en el intestino pero no causa enfermedad, estimulando la inmunidad.
2. Administración:
* Salk: Administrado por inyección.
* Sabin: Administrado por vía oral (por boca).
3. Efectividad:
* Salk: Muy efectivo para prevenir la polio paralítica pero no tan efectiva para prevenir la infección.
* Sabin: Más efectivo para prevenir la infección y la poliomielitis paralítica. También ofrece cierta protección contra el poliovirus extendido en la comunidad.
4. Desafíos:
* Salk: Requiere inyecciones múltiples y una cadena de frío (refrigeración) para el almacenamiento y distribución.
* Sabin: Ocasionalmente puede volver a una forma virulenta, causando polio paralítico asociado a la vacuna (VAPP). Sin embargo, este riesgo es muy bajo, especialmente en países desarrollados con altas tasas de vacunación.
5. Línea de tiempo:
* Salk: Primera licencia en 1955.
* Sabin: Primera licencia en 1961.
En resumen:
Tanto Salk como Sabin hicieron contribuciones significativas a la erradicación de la poliomielitis, pero sus enfoques diferían. La vacuna inactivada de Salk fue un avance que ayudó a controlar la enfermedad, mientras que la vacuna oral de Sabin proporcionó una protección más amplia y facilitó los esfuerzos de erradicación global. Hoy, el uso de IPV y OPV, junto con los programas de vacunación en curso, continúan protegiendo contra la polio y manteniendo un alto nivel de inmunidad en todo el mundo.