Al día siguiente, llega el español y Mensia se siente inmediatamente atraída por él. Pasan mucho tiempo juntos y finalmente se enamoran. Sin embargo, a Mensia le preocupa lo que pensará la gente de su relación con el español, ya que es viuda.
Un día, el padre Salvi le dice a Mensia que el español es en realidad un fraile rico que fue enviado por la iglesia para probar su virtud. Mensia tiene el corazón roto y se siente traicionada por el Padre Salvi y el español. Decide abandonar el pueblo e ir a un convento para hacerse monja.
La historia termina con Mensia preparándose para partir hacia el convento. Se despide de sus amigos y familiares y se va, llevándose sólo sus recuerdos.