Los Reyes Magos: El título en sí, "El regalo de los Reyes Magos", alude a la historia bíblica de los Tres Reyes Magos, también conocidos como los Reyes Magos, que llevaron regalos al niño Jesús. Al invocar esta imaginería religiosa, O. Henry sugiere que los obsequios intercambiados por Jim y Della tienen un propósito y un significado superiores.
El pelo y el reloj: La posesión más preciada de Jim es su reloj de oro, mientras que el bien más preciado de Della es su hermoso cabello. Cuando sacrifican estos artículos para comprarse regalos unos a otros, simboliza el profundo amor y el altruismo que implica el verdadero amor. Al igual que los regalos de los Reyes Magos, sus sacrificios tienen un valor simbólico y altruista.
La cadena y los peines: La cadena que Jim compra para el cabello de Della encaja perfectamente con los peines que ella compra para su reloj, creando una sensación de unidad y armonía entre sus regalos. Esta unidad enfatiza la idea de dos almas que encuentran plenitud y plenitud a través de su amor y sacrificios compartidos.
El Apartamento: El apartamento donde viven Jim y Della se describe como "un piso amueblado a 8 dólares por semana", lo que sugiere sus modestas circunstancias. A pesar de sus limitaciones financieras, su amor genuino y su disposición a hacer sacrificios unos por otros hacen del apartamento un símbolo de calidez, comodidad y satisfacción.
El final: La historia concluye con Jim y Della riéndose de su "tontería" ante el amor. Esta risa significa el triunfo del amor sobre las posesiones materiales y la comprensión de que la verdadera felicidad no reside en los bienes mundanos sino en las conexiones que forjamos con los demás.
Al emplear simbolismo y alegoría, O. Henry infunde a "El regalo de los magos" una resonancia temática más profunda, enriqueciendo la historia con alusiones bíblicas, valores universales e ideas sobre la naturaleza del amor, el altruismo y la verdadera realización.