1. Miedo y autoconservación: Tituba enfrenta un peligro inminente mientras las autoridades investigan las acusaciones de brujería en Salem. Se da cuenta de que confesar y acusar a otros puede salvarla del castigo. Al admitir que practica brujería y nombrar a otros involucrados, espera evitar ser considerada responsable y sufrir las consecuencias.
2. Manipulación por Abigail Williams: Abigail, un personaje astuto y manipulador de la obra, ejerce una influencia significativa sobre Tituba. Se aprovecha de la vulnerabilidad y la naturaleza supersticiosa de Tituba, presionándola para que confiese y acuse a otros para fortalecer su posición en la sociedad de Salem.
3. Creencias sobrenaturales: Tituba cree genuinamente en la existencia de brujería y fuerzas sobrenaturales. Es posible que esté experimentando alucinaciones y realmente crea que ha visto e interactuado con espíritus, lo que la lleva a hacer acusaciones fantásticas.
4. Contexto social y cultural: El escenario de la obra es una comunidad profundamente arraigada en creencias y supersticiones religiosas. La confesión y las acusaciones de Tituba se alinean con el fervor religioso predominante en la época, lo que hace que sus acciones sean más plausibles y creíbles dentro del contexto de la sociedad en la que vive.
5. Culpa y Redención: Tituba puede sentir un sentimiento de culpa o responsabilidad por los acontecimientos que se desarrollan en Salem. Al confesar y acusar a otros, podría creer que puede buscar redención o absolverse a sí misma de estar involucrada en la supuesta brujería.
Vale la pena señalar que las motivaciones de Tituba son complejas y pueden cambiar a lo largo de la obra. Es un personaje atrapado en una red de miedo, manipulación y presiones sociales, que conducen a sus acciones y a las devastadoras consecuencias que siguen.