El conflicto de Beneatha con Walter llega a un punto crítico en esta escena cuando Walter le dice que no podrá ir a la escuela de medicina. Walter está molesto porque acaba de perder su trabajo y necesita el dinero que Beneatha habría usado para la escuela. Beneatha está devastada por la noticia, pero se niega a renunciar a su sueño. Ella le dice a Walter que encontrará una manera de pagar la escuela, incluso si eso significa tener dos o tres trabajos.
La determinación y la fuerte voluntad de Beneatha son admirables, y es un símbolo de esperanza para los afroamericanos que luchaban por la igualdad y las oportunidades durante el tiempo en que se escribió esta obra.