Patrocinio: La compañía de actores de Shakespeare, Lord Chamberlain's Men (más tarde conocida como King's Men), recibió el patrocinio real tanto de la reina Isabel como del rey James. Esto significó que contaban con el apoyo oficial de la Corona, que les concedía ciertos privilegios y les permitía actuar en eventos de la corte y reuniones privadas.
Actuaciones en la Corte: Las obras de Shakespeare se representaban con frecuencia en la corte ante la reina Isabel y sus cortesanos. Estas actuaciones mostraron el talento de Shakespeare y contribuyeron a su creciente reputación y éxito.
Elogios reales: Shakespeare recibió elogios tanto de la reina Isabel como del rey James por su trabajo. En 1603, dedicó su primera edición en folio de las obras completas al rey James, reconociendo el patrocinio y apoyo del monarca.
Dramas históricos: Shakespeare escribió varios dramas históricos que reflejaban la historia inglesa y destacaban la importancia de la monarquía. Obras como "Ricardo II", "Enrique IV", "Enrique V" y "El rey Lear" exploraron temas de poder, liderazgo y las consecuencias de las decisiones políticas.
Alegorías políticas: Algunos estudiosos sugieren que las obras de Shakespeare pueden haber contenido sutiles alegorías políticas o comentarios sobre acontecimientos y personajes contemporáneos. Esto se puede ver en obras como "Hamlet", donde la búsqueda de justicia del personaje principal puede ser paralela a las cuestiones políticas de la época.
Alusiones y personajes reales: Las obras de Shakespeare suelen incluir referencias a la monarquía y sus símbolos. Personajes como el Rey y la Reina, junto con sus cortesanos y consejeros, desempeñan papeles importantes en muchas de sus obras, reflejando la jerarquía social de las épocas isabelina y Estuardo.
En general, la conexión de Shakespeare con la monarquía se caracterizó por el mecenazgo, el reconocimiento artístico y la exploración de temas como la realeza y el poder en sus obras.