A través de los ojos de un solo trabajador, Brecht critica las narrativas históricas tradicionales que a menudo pasan por alto o marginan las experiencias y contribuciones de la clase trabajadora. El poema destaca la lucha de clases y las formas en que la clase dominante ha moldeado y manipulado la historia para servir a sus propios intereses.
El uso que hace Brecht de un lenguaje sencillo y directo y de imágenes directas hace que el poema sea accesible a una amplia gama de lectores. El mensaje del poema es claro y conciso, pero también anima a los lectores a pensar críticamente sobre la naturaleza de la historia y el papel de la clase trabajadora en ella.
Una de las características más llamativas del poema es su uso de la repetición. La línea "¿Quién construyó la Tebas de las siete puertas?" se repite a lo largo del poema, enfatizando el importante papel que la clase trabajadora ha jugado en la configuración de la historia. La repetición también sugiere que la cuestión de quién construye la sociedad a menudo se pasa por alto u se olvida.
El poema también destaca las formas en que la clase trabajadora ha sido explotada y oprimida por la clase dominante. La frase "Los trabajadores construyeron Roma, pero ¿quién vive allí?" sugiere que la clase trabajadora a menudo queda excluida de los beneficios de la riqueza y el poder que ha creado.
El poema termina con un poderoso llamado a la clase trabajadora a tomar el control de su propia historia y crear un futuro mejor. La frase "Por eso ahora decimos:abolir el capital, comenzar la era de la humanidad" es un llamado a una revolución que derrocará el sistema capitalista y creará una sociedad más justa y equitativa.
"Un trabajador lee la historia" es un poema poderoso y conmovedor que desafía las narrativas históricas tradicionales y anima a los lectores a pensar críticamente sobre el papel de la clase trabajadora en la historia. Su mensaje de esperanza y empoderamiento sigue siendo relevante hoy y continúa inspirando a personas de todo el mundo.