- Crea obras de arte hermosas y duraderas. Shakespeare era un maestro del lenguaje y utilizó su don para crear algunas de las obras más bellas y memorables de la historia. Sus obras exploran emociones, relaciones y situaciones humanas complejas, y hoy en día se representan y estudian en todo el mundo.
- Entretener y educar al público. Las obras de Shakespeare estaban destinadas a ser disfrutadas por una amplia gama de audiencias, desde la gente común hasta la nobleza. Usó el humor, la tragedia y el drama para mantener a su audiencia interesada y entretenida, al mismo tiempo que les enseñaba sobre importantes valores y cuestiones humanas.
- Deja un legado duradero. Shakespeare sabía que su obra le sobreviviría y se enorgullecía de crear obras que serían recordadas por las generaciones venideras. De hecho, sus obras han resistido la prueba del tiempo y todavía se consideran algunas de las mejores obras literarias jamás escritas.
- Ganarse la aprobación y admiración de sus pares y contemporáneos. Shakespeare vivía en un entorno literario competitivo y siempre se esforzaba por superar a sus rivales y ganarse el respeto de sus compañeros escritores. Era ambicioso y motivado, y estaba decidido a hacerse un nombre en el mundo del teatro.
- Lograr el éxito financiero. Shakespeare no sólo fue un dramaturgo de éxito sino también un astuto hombre de negocios. Poseía acciones del Globe Theatre y ganaba una cantidad considerable de dinero con sus obras. Pudo vivir una vida cómoda y próspera y dejó una herencia sustancial a su esposa e hijos.