Un soneto conmueve, un ritmo que abrazar.
Bajo el manto de la noche, las palabras dan su salto,
Embarcarse en una persecución literaria.
Con verso ágil, la voz del poeta desatada,
Revela los secretos del corazón humano.
En líneas de belleza, emociones encontradas,
Tejen un cuento, una obra maestra de arte.
La forma del soneto, una sinfonía de rima,
Catorce líneas bailan en perfecta armonía.
Cada estrofa resuena con un timbre oportuno,
Un testimonio del arte poético.
Oh, soneto nuevo, tu brillantez nos lleva lejos,
Más allá de los ámbitos de la prosa ordinaria.
En el abrazo del soneto encontramos una estrella,
Una fuente de inspiración que fluye libremente.
Así que deleitémonos en el poder del soneto,
Y aprecia el renacimiento de este regalo poético.
En presencia del soneto encontramos verdadero deleite,
Un verso atemporal, un valor literario.**