Resido y esparzo mi luz líquida.
Fluyo, pero permanezco, tan quieto,
Un abrazo viscoso en cada colina.
Mi tono de oscuridad, profundo y rico,
Guarda secretos que hechizan mi corazón.
Cada gota susurra historias indómitas,
Como a través de las venas de la tierra condenadas para siempre.
Me filtro a través de piedra antigua y erosionada,
Una historia dentro de mí conocida para siempre.
Tallando caminos oscuros y sinuosos
a través de profundidades donde se encuentran los susurros.
Mi aroma un fragante rastro místico,
Revelando historias sin falta.
De las luces de las lámparas parpadea un cálido abrazo,
A los motores rugiendo, marcando el ritmo.
Alimento las llamas hambrientas del deseo
Como mi esencia mantiene el alma entera.
Una fuente de calor, un bálsamo reconfortante,
En mi esencia amor y poder calma.
Envuelto en sombras me deslizo suavemente
Una marea eterna siempre presente.
Soy aceite del flujo inquebrantable,
A través de los caminos más oscuros mi presencia brilla.