En la feroz y sangrienta refriega de la batalla,
Donde llueven las balas y rebuznan los cañones,
Un soldado se encuentra con gran coraje,
Su corazón inquebrantable, su espíritu cerca.
Por tierras hostiles, holla el suelo,
Sus pasos en unidad, su nación unida.
Con ojos que traspasan la noche más profunda,
Busca la verdad y guarda el derecho.
Con corazón leal y objetivo firme,
Lucha por la paz y la llama de la libertad.
No tiene miedo, él lo sabe, sin duda lo sostiene,
Con su fuerza inquebrantable, su historia se desarrolla.
Porque sobre sus hombros descansa el destino,
De los que confían en el estado de la justicia.
El viaje de un soldado, noble y grandioso,
Defendiendo la libertad en esta tierra sagrada.
Debajo del brillante estandarte de honor,
Él sigue adelante, con todas sus fuerzas.
A través de tormentas y pruebas, él persevera,
Su espíritu intacto, su misión clara.
Por la causa de la libertad, lucha valientemente,
Con el poder del valor y miras inquebrantables.
Un símbolo de esperanza, un verdadero guardián,
El corazón de un soldado por siempre puro y azul.
Saludemos debemos, con reverencia y orgullo,
Esos héroes que por la libertad caminan.
Sus sacrificios, grabados para siempre,
En los corazones de quienes aman y salvan.
Así que honremos su noble posición,
Y oren por la paz en todos los países.
Por el coraje de los soldados, que podamos encontrar,
Una forma de construir un mundo más amable.