Los tigres simbolizan fuerza, independencia y un carácter salvaje que la tía Jennifer carece en su propia vida. Está atrapada en un matrimonio sin amor, confinada por las expectativas sociales y el miedo a la desaprobación de su marido. Su bordado de tigres se convierte en una forma de escape, una forma de expresar su anhelo por una vida diferente.
Las imágenes de los "ojos anillados" y la "mirada feroz" de los tigres sugieren un poder crudo e indómito que la tía Jennifer sólo puede admirar desde la distancia. El poema destaca la tensión entre la delicada y domesticada existencia de la tía Jennifer y la energía feroz de los tigres que ella crea.
A través de este contraste, Rich explora temas de opresión, roles de género y la búsqueda de libertad personal dentro de estructuras sociales restrictivas. Al yuxtaponer las circunstancias asfixiantes de la tía Jennifer con las imágenes de tigres indómitos, el poema plantea preguntas sobre las limitaciones impuestas a las mujeres y el potencial de autoexpresión y liberación.