El poema enfatiza los aspectos cómicos del hipopótamo, burlándose de su gran tamaño, su apetito insaciable y su aparente pereza. Nash describe la "masa fangosa", la "sonrisa espantosa" y el "apetito del lecho del río" del hipopótamo, destacando la naturaleza difícil de manejar del animal y su tendencia a revolcarse en el barro. El poeta también enfatiza la falta de gracia del hipopótamo, observando cómo "trota sin sentimientos", creando un contraste humorístico entre su apariencia masiva y sus movimientos bastante torpes.
Además, Nash utiliza juegos de palabras y rimas para aumentar el efecto cómico del poema. Por ejemplo, describe el bostezo del hipopótamo como "titánico" y sus dientes como "de un blanco colmillo". Estas divertidas descripciones, combinadas con el esquema de rimas, crean un tono alegre y entretenido que invita al lector a unirse a la diversión.
Si bien el poema se centra principalmente en las características físicas y los comportamientos del hipopótamo, también insinúa significados más profundos. La "piel de caucho indio" del hipopótamo, por ejemplo, podría interpretarse como un símbolo de resiliencia y adaptabilidad. Además, la línea final del poema, "Y por lo tanto tiene el hipopótamo / Su aire ligeramente arrogante", puede verse como un comentario sobre la seguridad en sí mismo del hipopótamo a pesar de su apariencia y hábitos inusuales.
En general, El hipopótamo es un poema inteligente y divertido que ofrece una visión alegre del reino animal. Las divertidas observaciones y el lenguaje lúdico de Ogden Nash hacen que el poema sea entretenido y memorable, animando a los lectores a apreciar el peculiar encanto y las excentricidades del hipopótamo.